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En mi entrada de blog anterior, hablé sobre por qué los proveedores de servicios de comunicaciones (CSP) móviles y de banda ancha optarán por la «nubosidad» y los dos primeros pasos en ese camino: la virtualización de las funciones de red (NFV) y la capa de resiliencia virtualizada. En esta publicación, examinaré los pasos avanzados que podrían transformar el espacio de las telecomunicaciones de maneras aún más fundamentales, incluido el análisis contextual de redes, las redes de pensamiento y más.
En mi entrada de blog anterior, hablé sobre por qué los proveedores de servicios de comunicaciones (CSP) móviles y de banda ancha optarán por la «nubosidad» y los dos primeros pasos en ese camino: la virtualización de las funciones de red (NFV) y la capa de resiliencia virtualizada. En esta publicación, examinaré los pasos avanzados que podrían transformar el espacio de las telecomunicaciones de maneras aún más fundamentales, incluido el análisis contextual de redes, las redes de pensamiento y más.
Al atender a los suscriptores, los CSP acumulan una gran cantidad de datos sobre sus suscriptores. Esto incluye información sobre sus dispositivos, sus patrones de uso, planes de servicio, ubicaciones geográficas, contactos, historiales de compras y más. Además de estos datos «internos», están las estadísticas de los suscriptores disponibles en las redes sociales y otras fuentes en línea. El análisis contextual de redes consiste en combinar todos estos datos para crear enormes repositorios de información y, a continuación, analizar estos macrodatos para aprovechar aún más el valor de la red del CSP.
Este valor agregado podría consistir en anuncios u ofertas de suscripción altamente personalizados o recomendaciones de servicios, todo ello en el contexto de los patrones individuales de cada suscriptor. Esta capacidad también podría abrir la puerta a asociaciones con terceros para ofrecer servicios de valor agregado que generen nuevas fuentes de ingresos y, al mismo tiempo, mantengan a los suscriptores pegados al CSP como un pegamento.
Este tipo de análisis de datos ya se practica en otros sectores empresariales. Lo nuevo y emocionante es la idea de integrar la inteligencia derivada de la red para dar a los CSP una nueva y poderosa flecha en su aljaba.
¿Cuál es el final de esta marcha hacia la nubosidad? Creo que el paso final será llevar las redes de telecomunicaciones a un nivel aún más alto de inteligencia automatizada. Esta «red pensante» tendrá un alto grado de inteligencia definida por software en todas las oficinas centrales del CSP. El resultado es una visión completa de 360 grados de toda la red y de los suscriptores del CSP. Esta red inteligente procesará toda esta información en tiempo real, adaptándose dinámicamente a los cambios de actividad. La red pensante es una red de aprendizaje que analiza una variedad de datos de actividad de la red para predecir lo que se necesita, con precisión dónde y cuándo se necesita.
El resultado es una experiencia de suscriptor optimizada en la que la red puede «saber» lo que quieren los suscriptores. Fundamentalmente, al asignar los recursos de red «justo a tiempo», la red pensante también optimiza la utilización del ancho de banda, maximizando la eficiencia operativa y la rentabilidad de los proveedores de servicios.
Todo esto es muy interesante para los CSP que planean su estrategia para la rentabilidad futura. Sin embargo, hay obstáculos técnicos que deben superarse. Lo primero y más importante es la necesidad de garantizar una disponibilidad extrema. En el mundo de las telecomunicaciones, la disponibilidad «cinco nueves» es la norma. La recuperación rápida de las fallas no es suficiente; las aplicaciones de los suscriptores deben poder mantener su estado pase lo que pase. Esto significa que deben poder «recordar» los eventos anteriores en una secuencia determinada de interacciones de los usuarios y retomarlos inmediatamente donde los dejaron en caso de que se produzca un error. Si no se mantiene la disponibilidad permanente, se interrumpen las llamadas y se interrumpe el acceso a los servicios. Y eso lleva a la pérdida de suscriptores y a la pérdida de ingresos.
La buena noticia es que ahora es posible lograr una disponibilidad permanente en entornos de nube de bajo costo. Una nueva generación de tecnologías de disponibilidad definida por software (SDA) captura el estado del sistema principal a intervalos regulares y lo aplica a un host secundario en espera. En caso de que se produzca un error en el host principal, el secundario puede iniciar la ejecución a partir del punto de estado más reciente sin perder ningún dato. Todo completamente transparente para el suscriptor.
La clave de este avance es eliminar la disponibilidad de la capa de aplicación, lo que permite que cualquier aplicación reciba el nivel de disponibilidad requerido en la nube, con transparencia de las aplicaciones. Stratus lidera el camino para hacer de esto una realidad en las redes de telecomunicaciones en la nube.
El camino hacia la nube de las telecomunicaciones representa una oportunidad emocionante para los CSP con visión de futuro. Y Stratus está trabajando para allanar el camino hacia la nube para las empresas de telecomunicaciones con visión de futuro que estén listas para aprovechar la ventaja de ser las primeras en actuar.
En Penguin, nuestro equipo diseña, construye, implementa y administra soluciones empresariales de HPC e IA de alto rendimiento y alta disponibilidad, lo que permite a los clientes lograr sus innovaciones revolucionarias.
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